No hay mayor violencia que la auto ejercida bajo la ilusión de que se actúa con libertad. Diferentes ópticas distópicas en el arte actual evidencian que la violencia no se elimina, sólo cambia de lugar.
El fragmento de la videoperformance de la artista visual argentina propone un ensayo para levantar el puño, en el que gesto universalmente político se vuelve un acto estético e hipnótico.