A través de la pintura, el objeto y la instalación su obra explora sensibilidades extraviadas y espacios incómodos. Lo onírico, lo paranoide y lo psicodélico atraviesan su producción, permitiéndole investigar narrativas múltiples.
Plagados de colores brillantes y realizados sin moldes a partir de piezas únicas, estos seres mitológicos de buena fortuna se han vuelto una insignia artesanal del folclore mexicano moderno.
Surgido de la escena electrónica de su Japón natal, alcanzó el estatus de referente internacional en base a instalaciones que llevan al límite la experimentación con visuales minimalistas y arte sonoro.
En 2015 se cumplieron 50 años de La Menesunda, la histórica ambientación que Marta Minujín realizó junto a Rubén Santantonín en el Instituto Di Tella. El Museo Moderno realizó su reconstrucción milimétrica.
La cosmovisión de colores brillantes y espíritu chamánico de sus obras es expuesta en muestras por todo el mundo. Dicta clases de pintura y dibujo experimental en su Taller La Fuerza.
Ícono viviente del arte japonés, es mundialmente conocida por sus instalaciones pop con patrones a lunares y tonos estridentes. Su mayor obsesión: las calabazas en todas sus formas, tamaños y colores.
Vestida siempre con su overol multicolor, su obra es un claro exponente del arte pop a nivel mundial. En 1963 realizó su primer happening: La Destrucción.