Bill Viola es considerado una de las figuras más influyentes de la breve historia del videoarte. The Raft (2004), una de sus producciones más reconocidas, es hoy en día un clásico ineludible.
En paralelo a sus insuperables video instalaciones, Viola incursionó en el 'art video game' con un juego oscuro y filosófico. El espectador muta a usuario en un recorrido estético-existencial, pionero en su género.