En 2016 el MoMA PS1 convocó a la artista alemana Katharina Grosse para intervenir los restos de una construcción sobre la playa que había sido arrasada por el huracán Sandy. El resultado fue convertir esas ruinas en un lienzo escultórico de colores intensos con extrema vivacidad.
Las explosivas intervenciones de color con spray industrial a gran escala y en sitios específicos a cargo de la artista alemana, ponen en juego las nociones contemporáneas de instalación inmersiva, muralismo y street art.