Una nueva escultura lumínica de treinta metros de alto se erige como un faro de conciencia ecológica en un homenaje a los árboles del planeta. Según la artista la idea fue hacer monumento público, misterioso y atractivo.
La imponente estructura de acero del escultor argentino es uno de los principales faros del Parque de la Memoria. La escultura forma parte de un grupo de obras con alto contenido simbólico dentro del predio.