En 2019 la artista afroamericana fue la encargada de inaugurar la plaza seca que forma parte de The High Line, en Nueva York. Su monumental obra de cinco metros representa el busto de una mujer negra, cuyo torso remite a la típica arquitectura de África occidental.
La artista estadounidense, ganadora del León de Oro en la 59° Bienal de Venecia, incita a reflexionar sobre temas como la identidad, la autodeterminación y la herencia cultural.