Su obra adquirió profundidad en la insistencia del trazo, la línea y el color. En la capacidad de redefinir continuamente un proceso analítico donde el acto creativo se volvía un acto de fe.
De carácter polifacético, le interesaban la astrología y las ciencias ocultas. Coqueteó con las vanguardias y fue considerado por Borges una de las figuras más singulares de nuestra época.