El imponente mural sobre los antiguos silos de Puerto Madero, es un mensaje político y feminista por parte de la artista estadounidense, que sobresale entre los rascacielos de la ciudad.
Su obra explora el universo de las publicidades, el cine y la televisión. Desde fines de los setenta comienza una militancia feminista con consignas de contenido político en museos, galerías y el espacio público de todo el mundo.