El último héroe de la pintura clásica que con ejecución y oficio logró superar a las estrellas del arte conceptual y sus producciones a escala corporativa.
El museo Tate Britain de Londres invitó a Damien Hirst para una vuelta por la retrospectiva de Francis Bacon de 2008. "Todas mis pinturas eran como malos Bacons", recordaba de su niñez el integrante estrella de The Young British Artists.
El provocador artista inglés, referente disruptivo de la década del noventa, sumerge los conceptos de verdad-ficción en una propuesta espectacular que pone en jaque la mente del espectador.