Su obra transita entre el siglo XIX y el XXI, y es en imagen todo lo que fue del daguerrotipo a Instagram. Un catálogo publicista arrojado al pozo de la historia de la modernidad.
Sus foto-pinturas fantasmales definieron el pop art alemán de la Guerra Fría y dieron lugar al llamado realismo capitalista. Su obra diversa e inextinguible lo posiciona acaso como el último sobreviviente del arte del siglo XX de Occidente.