El pintor postimpresionista fue también un pionero del diseño y la cartelería moderna. Auténtico testigo de la belle époque, retrató como ninguno la bohemia parisina de fines del siglo XIX.
Es el bar más antiguo de la ciudad de Buenos Aires y su historia es célebre por haber recibido a los grandes protagonistas de la cultura argentina. Una joya de la Belle Époque que sigue en pie desde 1858.
Su ecléctica fachada resulta imposible de ignorar. Supo ser el reservorio de agua de toda la ciudad durante casi un siglo y hoy funciona como museo del agua.