“La vocación descentralizada de Bienalsur no reconoce centros ni periferias, hace de cada lugar un centro, tienen la misma importancia grandes museos que lugares alejados de la metrópolis”, reflexiona entusiasmado Anibal Jozami, director general de Bienalsur. Para el 2023 la problemática del medio ambiente ocupará un lugar central, también la diversidad sexual, la cuestión migratoria; las reflexiones en torno a la democracia y sus condiciones actuales de posibilidad.
Teniendo en cuenta estos intereses, la muestra elegida para inaugurar la cuarta edición fue EXTRA/ordinario, en el Museo Mar, ubicado en la costa atlántica de la Provincia de Buenos Aires. Una exhibición que propone repensar los objetos que nos rodean y las ideas preconcebidas que tenemos de lo cotidiano para establecer nuevos sentidos. Participan más de veinte artistas de Argentina, Colombia, Uruguay, Brasil, Turquía y Francia; y cuenta con la acertada curaduría de Florencia Battiti y Fernando Farina.
Algunos de los trabajos que más llaman la atención dentro de un notorio conjunto de obras son:
La instalación Un año de aire de Esteban Álvarez, una nube gigantesca de botellas de agua mineral, de la que cuelgan mascarillas para respirar el aire que circula dentro de éstas, como si se tratara de un reservorio de oxígeno.
Un año de aire, de Esteban Álvarez.
Arrecife de Gaspar Libedinsky, un vasto paisaje artificial, un arrecife de cerdas rojas que tiene sensibilidad y se esparce por el primer piso del museo en forma de mancha hacia los rincones donde ingresa luz. De esta manera el trabajo se basa en la transmutación de lo ordinario en lo extraordinario, la conversión de lo marginal en objeto-deseo a través de la reorganización de un material preexistente para la elaboración de la obra.
Arrecife, de Gaspar Libedinsky.
El marplatense Daniel Basso, asimismo, propone otra mirada de lo cotidiano, con una estética pop que lleva a gran escala a objetos decorativos y arquitectónicos de la vida diaria que de otro modo resultan inadvertidos.
Instalación para sitio específico de Daniel Basso.
En la instalación lumínica de Leonardo Damonte Figuraciones contradictorias en tres ficciones y algunas variables, los objetos son despojados de su funcionalidad para ser reutilizados como materia prima de la obra. Por su parte, el artista uruguayo Marco Maggi cuestiona la ontología del dibujo con una instalación hecha de lápices.
Eugenia Calvo realiza ensamblajes de muebles, que adquieren formas humanas y parecen tener vida propia. Se sugiere al espectador el desplazamiento de estas piezas a través de marcas que se encuentran en el piso. Olga Huyke, de Colombia, cuestiona la forma en que se mide el tiempo en la instalación Taxonomía de una línea, conformada por pequeños mecanismos de relojes desarmados y reagrupados sobre una pared.
Taxonomía de una línea, de Olga Huyke.
Democracia, la instalación del francés Pierre Ardouvin, consiste en un juego de living cortado meticulosamente por la mitad, y propone, a través de la ironía y la simplicidad del gesto, una reflexión acerca de la sociedad en la que vivimos.
Democracia, de Pierre Ardouvin.
La brasileña Regina Silveira, conocida por sus instalaciones de sitio específico que responden a tensiones sociopolíticas, está presente con su obra Biscoito Arte. Una galleta con la palabra arte sobre un plato con cubiertos que nos invita a consumirla, en un juego con la poderosa idea de arte como alimento. En La velocidad de las cosas, Nicolás Bacal lleva la astrología a un plano terrenal, representando mapas de constelaciones del hemisferio sur en banquitos y mesas a los que les incrusta objetos de la vida cotidiana.
La velocidad de las cosas, Nicolás Bacal.
En los últimos años Bienalsur se ha transformado en uno de los eventos culturales más ambiciosos de la escena artística de América Latina con una gran proyección global. En 2023 contará por primera vez con la participación de Argelia, Croacia, Noruega, República Dominicana, Senegal, Túnez y Turquía.
Algunas de las presentaciones más esperadas para esta edición son: Objetos Coreográficos del multipremiado bailarín y coreógrafo William Forsythe que se presentará en diferentes puntos de Buenos Aires. Se trata de piezas performáticas que revelan las formas en que nos movemos a través del espacio y el tiempo, “…una invitación a repensar posiciones, a entregarse a las señales y orientaciones, en fin, a habitar una experiencia performática”, comenta su curadora Diana Wechsler.
María Gimeno, artista multidisciplinar española reconocida por reivindicar el lugar que ocupan las artistas mujeres que han sido excluidas e ignoradas, va a presentar una destacada muestra en Buenos Aires y días después desarrollará una performance que luego se incorporará a la exposición.
El artista conceptual francés Daniel Buren estará en Riad, la capital de Arabia Saudita, haciendo una obra de sitio específico que consiste en señalamientos urbanos. Se inaugurará además en esta ciudad el primer museo de arte contemporáneo con la exhibición Imagine, relacionada con la creatividad y la utopía. Además, se acompañará este gran lanzamiento internacional con diferentes intervenciones en el espacio público.
En Buenos Aires serán de particular interés las muestras en las sedes del Centro Cultural Kirchner y MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo - Sede Hotel de Inmigrantes. Otras exhibiciones importantes también tendrán lugar en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, el MAMBO de Bogotá y el Archivo General de Indias en Sevilla, donde se presentará por primera vez una muestra de arte contemporáneo bajo el concepto de “archivos activos”.
Con la intención de profundizar en las estrategias de colaboración, Bienalsur lleva a cabo proyectos que vinculan numerosas instituciones, artistas y públicos de todo el mundo. Como concluye Wechsler, su directora artística, “me gusta decir que es un proyecto indisciplinado, ya que atraviesa disciplinas, miradas, espacios, actores diversos, comunidades y trabaja ejerciendo un pensamiento lateral no cristalizado en busca de habitar la diversidad”.
