Las risas se funden con los brindis de copas de vino y el murmullo de las charlas se filtra por el pasillo que conecta el entrepiso de las emblemáticas Galerías Larreta con la calle Florida, a pocos pasos de la Plaza San Martín. Es el evento de apertura de la segunda tanda de exposiciones del recientemente inaugurado: Central AFFAIR.
En el microcentro porteño, una serie de galerías de arte de alrededor del país se unieron en pos de una idea en común: generar un espacio colaborativo, ampliar el mercado del arte y potenciar la creación artística argentina. El edificio histórico de estilo modernista de esta galería comercial ubicada en el barrio de Retiro -que preserva uno de los primeros murales abstractos del artista Luis Seoane- aloja ahora también desde septiembre esta novedosa iniciativa artística: quince galerías de arte conviven con el fin de dar vida a un proyecto autogestionado y federal; dentro de la plataforma de AFFAIR, la feria de arte que este año celebró su segunda edición.
Con lo incierto como panorama, Central AFFAIR propone dar vida a un espacio en donde se coexista con la competencia y el trabajo solitario del galerista se transforme en uno grupal. De esta manera, el armado de exposiciones se condimenta de lo que están haciendo los otros colegas y se comparten saberes, tips y reflexiones. “Creo en la potencia de lo colectivo. Este proyecto abre el juego a lo colaborativo con el foco en el encuentro cotidiano”, contó Bárbara Echevarría, directora de Acéfala Galería y una de las fundadoras de Central AFFAIR.
Con un marcado espíritu independiente, Central AFFAIR propone una vitrina permanente de arte contemporáneo argentino y su intención es acercar nuevos públicos. “Nos interesa hacer del arte una actividad cotidiana”, continúa Bárbara. “Queremos que el intercambio sea más dinámico, que el arte argentino se disfrute y se conozca sin prejuicios”, agregó Gabriela Gabelich, directora de Gabelich Contemporáneo.
No todas las galerías que crearon la Feria de Arte AFFAIR, participan hoy del proyecto. De hecho, hay espacios que desembarcaron recién hace unos meses e instalaron su primer local. Entre ellos se encuentra FAN, en manos de Sol Echevarría. Una iniciativa que propone la confluencia entre las artes visuales y el mundo editorial. Sus exposiciones giran en torno a ensayos visuales. “Me gusta la idea de elegir un eje temático, algo que atraviesa los trabajos de un artista y enfocarme solo en eso”, contó su directora en relación al contenido y relato visual de FAN.
URRA-HIPHiP dejó su instancia nómade para dar vida a su primera sede fija. “Nosotros representamos muestras que nos interpelan —confió Tobías, parte del staff de URRA, mientras nos colocaba una obra textil sobre los hombros—. Este tipo de trabajos permiten ser expuestos, a la vez que habilitan otros usos”. Estaba hablando sobre una de las piezas tejidas por Unión Textiles Semillas, conformada por doce grupos de tejedoras, artistas y activistas de Tucumán que retratan la particularidad de sus paisajes, tradiciones, territorios y saberes.
Por más que los distintos espacios expositivos dan cuenta de una diversidad de exhibiciones, hay temáticas e intereses que se comparten. La conexión con la naturaleza tocó varias de las exhibiciones con las que inauguraron. Acéfala presentó las creaciones lumínicas de Magdalena Molinari, en donde se explora el efecto del sol a lo largo del día sobre la atmósfera y Casa Equis, los grabados de Sofía Noceti en donde la erosión de la tierra y las montañas se evidencia en un plano palpable. El cuerpo es otro núcleo que aparece repetido, ya sea en lo presentado por Wunsch iniciativa dedicada desde sus comienzos exclusivamente a la sexualidad, erotismo e intimidad o en las obras de galería Tiempo. El interés en los procesos de investigación es otra de las constantes. “El tener distintas expresiones nos permite dar cuenta de la variedad de tendencias que existen dentro de la creación del arte contemporáneo en el país”, afirmó Oli Martínez, una de las referentes de Central AFFAIR y directora de TokonOMa.
Hay galerías que decidieron trasladar sus locaciones permanentes a esta ubicación con plena confianza en la revitalización del Microcentro de la Ciudad de Buenos Aires y otras que han decidido conservar sus sedes originales y sumar en Central AFFAIR un nuevo lugar. “El trabajo durante el año que viene es aún una incógnita, lo que sí sé es que me interesa manejar dos líneas discursivas diferentes”, decía Bárbara de Acéfala. “Estamos con inauguraciones casi todas las semanas”, dijo entre risas Ignacio Meroni de Wunsch al preguntarle por el desafío de ambos locales.
En Central AFFAIR, las aperturas y cierres de exposiciones se dan en simultáneo y cada cuarenta y cinco días de manera permanente. Son eventos que pretenden convocar a mucha gente y hacer ruido para mostrarse y moverse dentro de este circuito para muchos ya conocidos, pero para otros —galerías que han venido del interior—, un nuevo escenario de conquista.
