En las afueras de Kioto, inmerso en la montaña, se encuentra este particular templo protegido por una multitud de pequeñas figuras tradicionales realizadas en piedra volcánica.
Durante el crudo invierno chino se realiza este mega festival que deslumbra al público local e internacional, con infinidad de esculturas y edificaciones realizadas íntegramente en hielo y nieve.