Las lámparas de hielo eran bastante sencillas en un primer momento. Los pescadores de la zona rural de Harbin, en el noreste de China, necesitaban iluminar sus travesías pesqueras nocturnas en las heladas aguas del Río Songhua. Cuando volvían a sus hogares, decoraban las entradas de sus casas con los rústicos artefactos que los habían acompañado durante sus noches de pesca.
Con el tiempo, estas lámparas fueron evolucionando en su complejidad y fueron ganándose el estatus de arte, en la medida en que se fueron convirtiendo en una tradición de los habitantes de Harbin. En la década del sesenta adquirieron su forma moderna, a partir del perfeccionamiento del trabajo de los viejos artesanos que las venían construyendo desde mediados del siglo XIX. La incorporación de técnicas del arte de jardín y el reemplazo de la luz de vela por la electricidad terminaron de darle la estructura básica que mantienen al día de hoy.
Para promover y desarrollar el arte de las linternas de hielo, el gobierno local organizó la primera Muestra de Linternas de Hielo de Harbin en el Parque Zhaolin, en 1963. El festival anual duró poco, ya que fue interrumpido por la Gran Revolución Cultural Proletaria que comenzó en 1966, el movimiento sociopolítico encabezado por el entonces líder del Partido Comunista Chino, Mao Zedong, que duró una década.
Recién en 1985 volvería esa muestra de linternas, que pasaría a llamarse el Festival de Hielo de Harbin, y en 2001 adquiere su forma actual, luego de fusionarse con el Festival Internacional de Ski de Heilongjiang. Así nació el Festival Internacional de Esculturas de Hielo y Nieve de Harbin, uno de los cuatro más importantes del mundo de este tipo, junto al Festival de la Nieve de Sapporo, en Japón, el Carnaval de Quebec y el Festival de Esquí de Noruega.
El Festival de Harbin, en un principio, era visitado casi exclusivamente por habitantes de China, pero las esculturas de hielo monumentales que se exhiben cada año entre diciembre y febrero le valieron la atención internacional, y hoy en día es un atractivo turístico mundial. El festival saltó particularmente a la fama en 2007, cuando una escultura en memoria del médico canadiense, Norman Bethune, fue galardonada con el récord Guinness a la mayor escultura de nieve del mundo: 250 metros de largo, casi nueve de alto y más de 13 mil metros cúbicos de agua congelada.
Hoy en día, el festival cuenta con cuatro secciones principales: el Mundo de Nieve y Hielo, un universo de fantasía y castillos a la manera de Disney que ocupa más de 750 mil metros cuadrados de espacio y utiliza más de 300 mil metros cúbicos de nieve para sus monumentales estructuras de hielo; la Exposición Internacional de Escultura de Nieve de la Isla del Sol, un parque temático con actividades artísticas y de entretenimiento que tiene un tema diferente cada año y que exhibe esculturas de nieve gigantes iluminadas y creadas cooperativamente con otros países; el Show de Lámparas de Hielo, un homenaje a las rústicas esculturas originales que inspiraron la creación del festival y que han evolucionado hasta creaciones extraordinariamente detalladas y creativas que representan desde edificios emblemáticos y figuras mundialmente conocidas, hasta animales e interpretaciones de antiguas leyendas; y la atracción más nueva, el Carnaval de Hielo y Nieve del Río Songhua, ubicado en una sección congelada del curso de agua que cuenta con toboganes, tanques, dragones, motos, barcos y demás, hechos todos de hielo.
Para crear las monumentales estatuas del parque, los escultores utilizan el hielo proveniente de las partes congeladas del Río Songhua, y modelan los bloques de agua sólida con motosierras, cinceles y picos de hielo. Las esculturas llevan varios días de trabajo, y se suele utilizar agua desionizada sobre el hielo para transparentarlo hasta que quede translúcido como un cristal. La iluminación multicolor y los shows de luces, especialmente por la noche, terminan de dar vida a uno de los festivales de invierno más famosos del mundo.