Ubicada en el corazón de Recoleta, es una escultura que fue donada por el Estado mexicano de Michoacán. Representa la riqueza y abundancia de la América precolombina.
Representó como nadie la soledad y el aislamiento del ser humano en el siglo XX. Sus esculturas son una referencia ineludible en el arte contemporáneo, aunque sus pinturas también parecen decididas a descubrir una herida secreta en cada cosa.
La escultura del artista italiano rinde homenaje a esta raza de perros de aspecto elegante, vinculados a la aristocracia zarista, la época dorada de Hollywood y la cultura del tango.
Ubicada frente al Museo Nacional de Arte Decorativo, la colosal obra del escultor y ceramista argentino nacido en La Plata, está a tan solo dos años de cumplir un siglo de su creación.
Es una de las más recientes adquisiciones del Museo Nacional de Bellas Artes para su Paseo de Esculturas. Su autora es un exponente ineludible de la escultura abstracta en el país.
Tallada en mármol de Carrara por el escultor francés, llegó a la Ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XX. Encarna la incertidumbre y vacilación humana ante la creencia religiosa.
La escultura que reproduce la figura de Míguez, desaparecido con quince años en la última dictadura cívico-militar, es una manifestación de memoria colectiva que mira al horizonte sobre las aguas del Río de la Plata.