Empresaria y filántropa del arte visual, Larisa Andreani se enamoró -primero- de la literatura. Aunque, según cuenta, siempre disfrutó la sensación de visitar museos. Estudió Administración de Empresas en la Universidad de San Andrés y, después de cursar materias sobre historia y pensamiento artístico, supo que su amor por el arte moderno sería eterno.
El arte contemporáneo la sedujo “oficialmente” al participar de una materia que dictaba el arquitecto Alberto Bellucci en dicha universidad. Esa clase, recuerda Andreani, tenía por objetivo sumergir en el arte a los futuros empresarios. Para ella el arte es “un espejo que nos muestra quiénes somos y hacia dónde vamos”.
Como gestora, dirigió la organización Grupo Logístico Andreani y fue miembro del Consejo de Administración del Banco de Alimentos. También integró la Asociación Amigos del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires hasta que pasó a presidirla, entre 2017 y 2019. Desde el 2020 que es la presidenta de la Fundación arteba. Mientras emprende viaje a España, junto a otros miembros de su equipo para participar de la feria de arte española ARCOmadrid 2024, Andreani responde vía mail estas preguntas.
-¿Qué enseñanzas te dejaron estos casi cuatro años comandando la fundación que impulsa a una de las ferias de arte más exitosas y populares de la región?
-Este ciclo que me tocó liderar fue, sin dudas, uno de mucho aprendizaje. No solo para nosotros en la Fundación arteba, sino para quienes conformamos el mundo del arte en nuestro país. Hemos aprendido sobre la importancia de la resiliencia, la capacidad de repensarnos y reinventarnos en un entorno en constante cambio. Nos hemos adaptado a un nuevo contexto, aprendiendo a transitar la incertidumbre y a trabajar en colaboración con diversos actores del ámbito artístico. Nos hemos familiarizado con nuevas herramientas y formas de comunicación que han enriquecido nuestra labor y han fortalecido nuestros lazos con la comunidad artística nacional e internacional. Durante este período, hemos llevado a cabo importantes transformaciones, entre las que destaca el cambio de fecha, lugar y contenido de la feria arteba. Estos cambios han resultado sumamente positivos para la evolución y el impacto de nuestro evento en los años que hemos vivido. Además, hemos mantenido programas muy valiosos, como el que realizamos en la feria con museos argentinos y extranjeros. Hemos recibido y acompañado la visita de curadores internacionales en Buenos Aires, participamos activamente en eventos de relevancia internacional, como la Bienal de Venecia, ARCOmadrid y la Bienal de San Pablo, consolidando nuestra presencia y proyección a nivel internacional. El año pasado, dimos un paso importante al crear el Club arteba, para que más personas se acerquen al arte contemporáneo y generar un nuevo coleccionismo. También es importante destacar que en estos años nos asesoramos con personas especializadas en la creación de órganos de gobierno de una institución y procesos transparentes y sólidos de recambio de autoridades y armado de equipo. Fue un trabajo interno de profesionalización fundamental para pensar una institución en el largo plazo.
-¿Cuáles consideras las fortalezas y debilidades que arteba tiene hoy?
-En estos últimos años, hemos aprendido que lo que puede parecer una debilidad en un momento dado puede transformarse en una fortaleza, dependiendo del contexto en el que nos encontremos. Con lo cual, no lo pensamos en esos términos sino que preferimos enfocarnos en la capacidad de nuestra institución y equipo para adaptarnos y sobresalir en contextos de incertidumbre, al tiempo que construimos metas futuras sólidas. Actualmente, estamos orgullosos de organizar una feria exitosa, atractiva y de gran convocatoria. Este logro nos llena de satisfacción; sin embargo, estamos constantemente proyectando hacia los próximos 5 y 10 años, anticipando cambios y las adaptaciones necesarias que tendremos que realizar. Lo que define a esta gestión y al equipo que lidera la Fundación en la actualidad es nuestra capacidad de ser flexibles, fomentar el diálogo y estimular la imaginación. Somos un equipo unido, diverso y abierto a nuevas ideas y perspectivas. Hoy un gran desafío es intensificar la diversificación de nuestras fuentes de financiamiento para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de nuestros proyectos y programas. Tenemos muy identificadas las áreas que requieren atención y estamos comprometidos a abordarlas de manera proactiva para seguir creciendo y contribuyendo al desarrollo del arte contemporáneo en nuestra región y en el resto del mundo.
-¿Cuál es para vos la función o el rol del arte en la actualidad?
-Para mí, el arte hoy en día es como el pulso de la sociedad, es como un espejo que nos muestra quiénes somos y hacia dónde vamos. Una de las cosas que a mí más me interesan del arte es su capacidad de provocar conversaciones. Nos hace cuestionar nuestras creencias, nuestras normas sociales, y eso es genial. Además, nos permite explorar nuestra propia identidad y celebrar nuestras diferencias, lo cual es súper importante en un mundo tan diverso como el nuestro. El arte siempre está empujando los límites y nos propone una experiencia emocional y estética. Los artistas están constantemente experimentando con nuevas ideas, nuevas técnicas, y eso nos inspira a todos a ser un poco más creativos en nuestras propias vidas.
-Sos la segunda mujer que dirige esta fundación que existe hace más de 30 años. ¿Cuáles son los principales desafíos u obstáculos para una mujer en tal posición de liderazgo?
-Arteba fue siempre una institución que trabajó con mujeres, tanto desde su staff, que históricamente estuvo en su mayoría formado por mujeres, como en la mesa de decisión. El trabajo diario es un trabajo muy colaborativo, con lo cual es algo que se va dando muy naturalmente. Soy muy consciente que uno de los principales desafíos de las mujeres que estamos en posición de liderazgo es superar las expectativas y los estereotipos de género, lograr equilibrio entre la vida laboral y personal puede ser especialmente difícil ya que, en general, asumimos múltiples roles y responsabilidades. Igualmente, en el mundo del arte en nuestro país, hay una gran representación de mujeres en puestos de liderazgo con gestiones sumamente exitosas. Creo que las mujeres aportamos perspectivas únicas y habilidades valiosas al liderazgo, y es importante que sigamos abriendo camino para las generaciones futuras de mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.
-¿Cómo entró el arte en tu vida? (O cómo se dieron esos primeros acercamientos con el arte)
-En realidad mi primer amor fue la literatura, siempre fui una gran lectora y, si bien siempre me encantó la sensación de visitar museos, quien me acercó al arte contemporáneo fue Alberto Bellucci, que dirigía una materia en la universidad que tenía por objetivo introducir al arte a los futuros empresarios. Después estudié fuera del país y cursé materias sobre historia y pensamiento artístico. Frente a un Fontana en NY supe que el amor por el arte moderno y contemporáneo iba a ser para toda la vida. Hace muchos años que recorro galerías, ferias y museos, y fui presidenta de la asociación de Amigos del Museo de Arte Moderno. Finalmente llegó la posibilidad de ser parte de arteba, con grandes desafíos, y es una experiencia de la cual aprendo, pero sobre todo, disfruto muchísimo.
-Se discutió recientemente si debe o no existir impulso estatal para, por ejemplo, muchas de las grandes instituciones orientadas a promover y fomentar el arte y la cultura en nuestro país. ¿Cuál es tu visión respecto a este debate?
-Creo que es fundamental el apoyo del Estado a la práctica artística, a instituciones y museos para que cuenten con programas sólidos que contribuyan a preservar y promover el arte nacional. Dicho esto, creo que es absolutamente necesario un mayor vínculo y cooperación entre los organismos públicos y las instituciones privadas para lograr un impacto mayor y sostenido. Arteba es un caso muy paradigmático en eso, es una fundación privada con gestión propia que está en constante diálogo con diferentes organismos gubernamentales, que se sostiene desde hace más de 30 años. Un verdadero caso de éxito.