En una expresión artística que combina pasión y destreza, el artista urbano Martin Ron dejó una nueva marca en la ciudad de Buenos Aires con una obra impresionante dedicada a la leyenda del fútbol, Lionel Messi. Se trata de un imponente mural que atrapa la atención de transeúntes y amantes del arte por igual.
Con una altura de 35 metros, casi 1000 metros cuadrados de pintura, domina la fachada de un edificio ubicado en la esquina de Bernardo de Irigoyen y Avenida Belgrano, en el barrio de Monserrat. La obra retrata a Messi con el puño en alto y mirada de campeón. La paleta de colores vibrantes utilizada por el artista refleja la energía y la pasión que el jugador argentino infunde en el fútbol.
La elección del emplazamiento no es casual. El mural, sponsoreado por YPF, se encuentra estratégicamente ubicado en una concurrida intersección porteña, que asegura que sea visto por miles de personas todos los días. Esta obra de arte callejero no solo rinde homenaje a Messi como futbolista, sino que también contribuye a embellecer el entorno urbano y a inspirar a la comunidad con su perseverancia y sus logros.
La iniciativa de crear este mural no solo es un tributo a la grandeza del rosarino, sino también una declaración sobre la importancia del arte urbano. Martin Ron, conocido por sus obras audaces y provocativas en todo el mundo, logró otra vez fusionar el arte con la realidad cotidiana, convirtiendo un edificio ordinario en una galería al aire libre.
El proyecto le demandó tres semanas de trabajo y la elección de la imagen fue precisa. En palabras del autor: “Elegí también una foto de arenga, de puño en alto para generar un diálogo entre ambas obras. Y también por otra cuestión: no quería que aparezca con la Copa porque son imágenes muy repetitivas y que la gente ya está acostumbrada a ver. La idea era darle una oportunidad a momentos que pasan inadvertidos y se magnifican en un mural”.
A pocos metros de allí, en Avenida San Juan y Virrey Ceballos, Ron retrató a otro ídolo del fútbol, Diego Armando Maradona, en el aniversario de su nacimiento y en una obra que, hasta ahora, es el mural más grande creado en su honor (45 metros de alto por 40 de ancho).
En una ciudad llena de vida y movimiento, el mural de Messi, así como el de Diego, se presentan como símbolos de la unión entre el arte y el deporte, y sintetizan la inspiración que un ídolo puede generar en la sociedad. Ambas obras transmiten emoción y admiración, y el orgullo de saber que los dos mejores jugadores del mundo fueron, son y serán argentinos.
