Cuadros, esculturas, instalaciones site specific, performances, videos y djs dijeron presente en la última edición de CHART realizada anualmente durante el mes de septiembre. Alrededor de treinta galerías de Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia presentaron sus mejores producciones en el corazón de Copenhague. Cada año, esta feria de arte otorga una foto de la escena creativa en el Norte de Europa. Más allá de las exposiciones organizadas por los espacios seleccionados, el evento incluyó charlas, funciones de cine, performances en las afueras de la ciudad, conciertos con música en vivo y una feria de libros.
La feria CHART en el Kunsthal Charlottenborg de Copenhage.
Lo que sucede en esta parte del continente europeo puede parecer algo lejano, más no por eso debemos dejar de prestarle atención. “El mundo del arte nórdico no intenta emular lo que sucede en Nueva York ni París, sino que goza de su propio tipo de ecosistema e identidad”, afirma Julie Quottrup Silbermann, directora de CHART. ¿Qué caracteriza esta feria haciéndola diferente del resto? ¿Cuáles son las claves para acercarnos a ella?
Para empezar, su disposición se aleja del marco tradicional. El visitante no ingresa a un gran salón dividido en pasillos con stands correspondientes a las galerías participantes. Sino que desde su organización se plantea un diseño de exposición inmersivo. Es decir, el espectador accede al edificio —CHART se organiza cada año en la Academia Danesa de Bellas Artes—, y desde el momento cero se encontrará con una gran exposición. No existe a nivel espacial escenarios particulares, sino que las galerías ubican sus obras dentro de las grandes salas de la Academia. “Esta forma de pensar la feria da lugar a una mezcla y combinación particular de piezas generando una experiencia súper fluida y más que interesante para el que está recorriendo, a la vez que se promueve la unión y la colaboración entre artistas”, resume su directora.
Otra forma en la que la feria desafía el formato tradicional es a partir de su propuesta de acercar el arte contemporáneo a nuevas audiencias en entornos inesperados. Para las personas detrás de CHART no existe una única forma de mostrar arte. No creen en el esnobismo y elitismo muchas veces asociados a otros eventos del universo artístico. Es así que el espíritu de comunidad es otra de sus claves. A la par de la mega exhibición en la Academia de Bellas Artes llevan esculturas, videos e instalaciones a uno de los centros neurálgicos de la ciudad: los Jardines de Tivoli.
Los famosos Jardines Tivoli en el centro de Copenhague.
Este histórico parque de atracciones alojó por tercer año consecutivo una serie de trabajos de sitio específico de quince artistas. Se destacó Me encontré dentro de un bosque oscuro de Maria Rubinke. En esta pieza hay un árbol que ha sido cortado y a su alrededor se ha construido un banco de ramas en bronce. La escultura, además de girar en torno a preguntas existenciales, permite que quienes recorren el parque puedan frenar, no solo para observar la creación de Rubinke, sino para sentarse sobre ella, dando lugar a un espacio de encuentro y comunicación.
Me encontré dentro de un bosque oscuro, de Maria Rubinke.
La experimentación es una de sus banderas: hay lugar para todo. “Siento que ahora mismo los artistas no se centran sólo en una cosa, sino que prueban diferentes medios, o incluso los fusionan todos”, cuenta Quottrup Sibermann. De hecho, una de las creaciones que más llamó la atención de esta edición fue Nasoni Selfservice. Una instalación del danés Oliver Sundqvist en colaboración con Nørrebro Bryghus, una marca de cerveza orgánica, en donde se combinaba un bar autoservicio de cerveza con el vocabulario escultórico característico del artista, muy ligado a los registros arqueológicos de Egipto y Babilonia. La pieza a su vez invitaba al público a dejar su marca al mejor estilo graffitero.
Detalle de la obra Nasoni Selfservice.
Cada edición se gesta bajo una temática, la de 2024 fue Nuevas voces entre los nórdicos. Parte de esta impronta se materializó de la mano de Breeze, el proyecto ganador de CHART Arquitectura, donde un grupo de arquitectos desafió el formato expositivo de cubo blanco creando uno nuevo que combinaba la arquitectura con las artes. Este equipo de trabajo se dedicó a redescubrir la identidad escandinava con un sistema de pared flexible que dejaba pasar la luz del día para iluminar las obras de arte, mientras que por la noche se utilizaba un sistema de iluminación ajustable. Todo fue realizado con materiales sustentables y reutilizables.
Breeze, el proyecto arquitectónico ganador de Chart 2024.
Así como sucede con otras ferias alrededor del mundo, uno de sus principales objetivos es ampliar el público interesado en coleccionar arte e incentivar la compra. Es por eso que como parte de sus políticas brindan un acceso fácil y democrático al mercado del arte con la iniciativa: Comienza a coleccionar con CHART. La propuesta presenta un catálogo de obras que no exceden los 3000 euros, tanto de artistas emergentes como consagrados, que permite que nuevos aficionados se animen a adquirir piezas por primera vez. Con ya mas de diez ediciones en su haber, CHART se posiciona como un evento tan ineludible como innovador dentro del circuito nórdico contemporáneo.