László Moholy-Nagy nació en 1895 en el pueblo húngaro de Bácsborsód. Los primeros pasos de su carrera artística se desarrollaron tras caer herido durante la primera guerra mundial. Desde sus inicios se vislumbraron las raíces creativas del todavía jóven Moholy-Nagy, un artista interesado en la renovación de los lenguajes plásticos al calor de la revolución de las ideas políticas en auge a principios del siglo XX. En las pinturas del período de 1918 a 1919 encontramos dos series, por un lado sus retratos, marcados por el expresionismo y por el otro los paisajes urbanos, que incluyen elementos propios de la ciudad moderna como puentes, estaciones de tren y fábricas. Moholy-Nagy también se dedicó desde muy temprano a la escritura y la reflexión en torno al arte. Publicó sus ideas en forma de artículos en diferentes revistas especializadas en arte de la época. Colaboró en la revista MA, creada por su colega húngaro Lajos Kassák, escribió para la revista De Stijl y también para Der Sturm, publicaciones de vanguardia que le dieron la posibilidad de transmitir sus reflexiones a un público más amplio. Sus primeras obras exploraron los nuevos lenguajes plásticos de las vanguardias, entre ellos el expresionismo, el cubismo, el constructivismo ruso y el dadaísmo berlinés.
Perpe, László Moholy-Nagy, 1919. Guache sobre papel. Colección privada.
Los comienzos en los años 20
Hacia 1920 László se mudó a Berlín, donde conoció a Lucia Moholy, quien sería su compañera durante casi una década. Lucía era una mujer independiente, con estudios y muy formada, su interés creativo se centraba en la fotografía y tuvo un rol importante en la vida del artista. En estos primeros años de la relación, ella era una especie de mentora para László y juntos formaron un equipo.
László Moholy-Nagy fotografiado por Lucia Moholy en 1926.
En otoño de 1922 desarrollaron la técnica de los fotogramas, cuyas obras hoy figuran con autoría de László, pero que en realidad fueron trabajos experimentales realizados en conjunto con Lucia. Los fotogramas eran fotografías realizadas sin cámara en las que los artistas colocaban objetos sobre una hoja de papel fotosensible y luego exponían la hoja a la luz.
Fotograma, Lászlo Moholy Nagy, 1922. Impresión en gelatina de plata. Metropolitan Museum of Art, NY.
Entre 1922 y 1923 László comienza a explorar la técnica de la litografía con la que crea composiciones abstractas aprovechando la posibilidad de trabajar en capas. En estas obras compuso a partir de estructuras geométricas como barras diagonales, semi círculos y rectángulos. Las transparencias y la superposición de los elementos ofrecen una sensación de espacio y crean una tercera dimensión que nace a partir de la relación entre las figuras.
Seis litografías de Moholy-Nagy publicadas en un fascículo en 1923.
La llegada a la Bauhaus
En abril de 1923 László fue convocado por Walter Gropius para participar de la Escuela de la Bauhaus como profesor. Su esposa, Lucia Moholy lo acompañó durante esos años y realizó de manera sistemática fotografías de las obras, los edificios y las personalidades más destacadas de la escuela. Sus fotografías forman parte de la representación histórica de la Bauhaus.
László Moholy-Nagy se desempeñó como pedagogo y artista desde 1923 hasta 1928, y se hizo cargo de la edición y redacción de los Bauhausbücher (libros de la Bauhaus) y de las revistas de la escuela. Las publicaciones tenían entregas periódicas en las que las ideas filosóficas y las concepciones acerca del arte eran compartidas con la comunidad artística. Los escritos de Moholy-Nagy fueron fundamentales para conformar la idea de unión entre arte y vida, columna vertebral del programa educativo de la escuela. Para László Moholy-Nagy: “No necesitamos una obra de arte total que fluya separada de la vida, en cambio, deseamos una síntesis autoconstituida de lo vital, de la omnipresente Gesamtwerk (la vida), que surge de una necesidad biológica y que desemboca en una necesidad universal”. El plan de estudios de nueve semestres que se instauró en la Bauhaus se basó fundamentalmente en sus escritos.
Portada de la edición Nr. 14 de los Bauhausbücher, 1928. MoMa, NY.
El maestro: sus años como director del taller de metal
Como director del Taller de Metal ofreció a sus estudiantes un programa educativo con algunos principios que vale la pena señalar. En primer lugar, creía que toda persona tiene talento. “Todo el mundo puede encontrar su expresión en todos los campos, y aunque en un principio, desde un punto de vista objetivo, su expresión no sea la óptima ni la mejor para el colectivo, afirmamos con aún mayor certeza que a todo el mundo le puede resultar posible la recepción de una obra ya creada en cualquiera de los campos”. La educación integral de la Bauhaus, pretendió formar sujetos no especializados en un solo campo, sino humanos que pudieran posicionarse con una seguridad instintiva frente a todos los aspectos de la vida y fomentó una actitud colectiva que integraba arte y vida en un utópico proyecto de realización personal y progreso común.
En sus clases, Moholy-Nagy, también promovió la formación de los sentidos, el tacto, la traducción de la percepción háptica en dimensión espacial y óptica, las teorías de la mirada acerca de la fotografía y del cine, estudios sobre color, material y forma, el trabajo teatral y la coreografía. Todas estas disciplinas eran componentes de igual importancia en la elaboración de su programa educativo.
Otro énfasis innovador de la propuesta pedagógica de László fue la experimentación artística con esculturas en movimiento, problematizando la relación cuerpo-espacio. Buscó reflexionar desde la práctica creativa acerca de la estructura tridimensional en un espacio arquitectónico, para lo que también propuso la inclusión de la técnica.
Foto grupal del Taller de Metal de la Escuela de la Bauhaus en Weimar (1924-25).
Adelante: Gerhard Vallentin, Laszlo Moholy-Nagy, Wilhelm Wagenfeld y Otto Rittweger
Atrás: Marianne Brandt, Christian Dell, Josef Knau, Max Krajewski y Hans Przyrembel
Aproximación a la obra: Modulador espacio-luz
Utensilio luminoso, Máquina de luz, Light-prop for an electric stage o Modulador espacio-luz, todos estos fueron los nombres con que se denominó una de las obras más conocidas de Moholy-Nagy. Es un aparato realizado en cristal, acero, aluminio, madera y plástico, que el artista comenzó a idear en 1922, pero que presentó por primera vez al público en 1930 durante la vigésima exposición anual de la Société des Artistes Décorateurs de París. La obra forma parte de un corpus de piezas que empieza a realizar de forma independiente luego de abandonar la Escuela de la Bauhaus en 1928.
Modulador espacio-luz (1922-1930).
Este modulador cinético posee rejillas, marcos, superficies perforadas, telas metálicas, bolas, entre otros elementos que al ser puestos en marcha por un motor eléctrico proyectan luz artificial en el espacio circundante. Durante la mencionada muestra en París, el modulador se expuso como dispositivo mecánico para la creación de efectos de luz sobre un escenario (Light-prop for an electric stage). El dispositivo en sí no estaba a la vista, ya que se encontraba oculto tras una pantalla traslúcida, en la que se proyectaban los efectos lumínicos producidos por las bombillas de colores que se encontraban dentro del dispositivo. Esta forma de presentación hizo que pasara un poco desapercibido el artefacto en sí, y que solo se apreciara como un mecanismo moderno para crear efectos lumínicos.
Documental sobre el Modulador espacio-luz realizado por Harvard Art Museums.
Sin embargo, con el tiempo Lászlo Moholy-Nagy empezó a pensar otras formas de utilizar el dispositivo, y develó el sistema a la vista del espectador ubicado en medio de espacios arquitectónicos. El uso del aparato permitía a las personas interactuar con la pieza y modificar la percepción del espacio a través de las proyecciones lumínicas en las paredes y los techos. En 1930 László grabó la película Juego luminoso - Negro, blanco y gris, en la que registró los movimientos y las proyecciones que realiza el artefacto. El artista describe este film así: “La película muestra hasta los matices más ínfimos de las gradaciones en negro-blanco-gris de los fotogramas en continuo movimiento”. Durante algunos minutos, el corto refleja la instancia experimental entre el artista y su obra, al comienzo se pueden observar sus manos interactuando con el material y luego focaliza en las múltiples visiones lumínicas que el Modulador le permiten crear.
Juego luminoso - Negro, blanco y gris, de László Moholy-Nagy 1930.
Los últimos años en Chicago
En el contexto hostil que se vivía en la Alemania nacionalsocialista a mediados de los años 30, László Moholy-Nagy decide emigrar a Chicago, donde viaja invitado por su antiguo colega Walter Gropius. Su deseo era llevar las enseñanzas de la Bauhaus a un Estados Unidos altamente industrializado. En 1937 tuvo la oportunidad de convertirse en el director de la New Bauhaus y en 1939 fundó una nueva escuela, la School of Design, con los mismos profesores que la New Bauhaus. En cada una de las instituciones educativas en las que trabajó, el artista húngaro no pasó desapercibido y ofreció todo su conocimiento y creatividad de forma excepcional hasta su muerte en 1946.