Más allá del evidente espíritu lúdico y surrealista, se observa una notable impronta formal en la escultura del dandy entrerriano, y la preocupación intrínseca del artista por la geometría y el espacio.
Con su provocativo uso del color consolidó el lenguaje plástico moderno, y alcanzó la belleza a través de la armonía entre materia y emoción, sin la necesidad de describir para conmover.
Figura clave de Tucumán Arde, el artista santafecino llevó su búsqueda estética al límite en 1967, en una obra en la que coinciden geometría abstracta, juegos perceptivos y resonancias políticas.
Cronista implacable de dos guerras mundiales, plasmó en su obra los horrores bélicos y la crudeza de la condición humana. Un legado clave para entender el arte alemán del siglo XX.
Fue el artista más destacado de su generación y uno de los más influyentes del siglo XX. Su estilo neoexpresionista engendrado en las calles y el ‘under’ neoyorquino lo catapultó a la fama mundial.
La mezcla de grabado y pintura sobre cuero de vaca impone una iconografía heterogénea, en la que la simbología nacional y americana es tergiversada y desgarrada.
Es el artista postimpresionista más reconocido de la historia. Sus pinturas apasionadas consolidaron el arte moderno y su vida sigue cautivando a quienes se internan en su tormentoso mundo.
La pintura no posee una protagonista, sino dos: la mujer y la línea, en una síntesis que salta la grieta estética. El cuerpo pierde relevancia en favor del predominio cromático de las formas.
Genio del Renacimiento y el manierismo. Su virtuosismo con las manos tanto en la orfebrería y la escultura, como en la pelea y el amor; le deparó una vida turbulenta y agitada.