Figura clave de Tucumán Arde, el artista santafecino llevó su búsqueda estética al límite en 1967, en una obra en la que coinciden geometría abstracta, juegos perceptivos y resonancias políticas.
Cronista implacable de dos guerras mundiales, plasmó en su obra los horrores bélicos y la crudeza de la condición humana. Un legado clave para entender el arte alemán del siglo XX.
Fue el artista más destacado de su generación y uno de los más influyentes del siglo XX. Su estilo neoexpresionista engendrado en las calles y el ‘under’ neoyorquino lo catapultó a la fama mundial.
La mezcla de grabado y pintura sobre cuero de vaca impone una iconografía heterogénea, en la que la simbología nacional y americana es tergiversada y desgarrada.
Es el artista postimpresionista más reconocido de la historia. Sus pinturas apasionadas consolidaron el arte moderno y su vida sigue cautivando a quienes se internan en su tormentoso mundo.
La pintura no posee una protagonista, sino dos: la mujer y la línea, en una síntesis que salta la grieta estética. El cuerpo pierde relevancia en favor del predominio cromático de las formas.
Genio del Renacimiento y el manierismo. Su virtuosismo con las manos tanto en la orfebrería y la escultura, como en la pelea y el amor; le deparó una vida turbulenta y agitada.
Leyenda del arte conceptual argentino, vivió en estado de arte hasta su muerte. Su faceta pictórica es la expresión desquiciada de un grito de guerra: "la pintura está acabada".
La naturaleza muerta de 1978 remite a ese espacio mítico de la escena porteña y por extensión de la Argentina. El artista hijo de una época que supo volverse intemporal.