Tarás Shevchenko fue un poeta, humanista y pintor ucraniano, considerado como uno de los fundadores de la literatura moderna de ese país. Durante buena parte de su vida desempeñó un importante papel en el desarrollo del idioma ucraniano y en la formación de la identidad nacional. Con una pluma y un pincel hizo la revolución. Si bien es un nombre prácticamente desconocido para los argentinos, el personaje en cuestión tiene una inmensa escultura que lo recuerda en los Bosques de Palermo.
Ubicado a metros del cruce de Avenida del Libertador y Sarmiento, con el Monumento de los Españoles por delante y el Parque El Rosedal detrás, en un sitio conocido como Jardín de los Poetas, la escultura sobresale por su tamaño. Se conforma por una figura en bronce, un basamento de granito rojo dragón y un relieve en bloque único de granito. Fue donado en 1971 por la comunidad ucraniana en la Argentina con motivo de haberse cumplido, dos años antes, los 75 años de la llegada del primer contingente de ese país europeo a nuestras tierras.
El autor de la obra fue el escultor Leo Mol, mientras que el relieve corresponde a Orio Dal Porto. Mol, cuyo verdadero nombre era Leonid Molodozhanin, había nacido en Polonia, Ucrania, el 15 de enero de 1915, pero tras estudiar en Berlín y Ámsterdam, emigró a la ciudad canadiense de Winnipeg donde vivió hasta su muerte el 4 de julio de 2009. Dal Porto, en tanto, era italiano, pero vivió buena parte de su vida en la Argentina. Entre su obra pública se cuentan los bustos de Domingo Faustino Sarmiento, en mármol de Carrara; el de José de San Martín; y el monumento en bronce del General Las Heras ubicado en la Plaza República de Chile. De esa sociedad efímera, surgió esta gran obra.
“Este monumento a Tarás Shevchenko, poeta máximo de Ucrania incansable defensor de la libertad de su patria y de todos los pueblos oprimidos fue inaugurado el 5 de diciembre de 1971. Se lo erigió de acuerdo con la Ley nacional nº 17.380, en este espacio generosamente cedido por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires según el Decreto nº 1042/68 los ucranianos radicados en la República Argentina y en el mundo libre y sus hijos aquí nacidos, aportaron los fondos en vísperas de 75º aniversario de la inmigración ucraniana a la hospitalaria patria del General Don José de San Martín. Los nombrados dedicaron este monumento a la noble Nación Argentina. Lo hacen en prueba a su unánime y profunda gratitud por el cordial acogimiento que les ha sido brindado en esta tierra. En ella los ucranianos y sus descendientes han encontrado y encuentran no solo paz y trabajo y bienestar, sino también las preciosas libertades democráticas por las cuales tanto luchó el heroico bardo de Ucrania”, está grabado sobre el basamento.
Shevchenko fue pionero en la defensa de la lengua y la cultura ucranianas contra la Rusia imperial. Para los ucranianos es como Cervantes para la lengua castellana o Shakespeare para la inglesa. Es por ello que no hay ciudad en aquel país que no tenga una estatua, una plaza, una universidad que lleven su nombre. Y aquí en Buenos Aires, a miles y miles de kilómetros de Kiev, su memoria también está viva.
