La Fuente Crown ha logrado hacerse de cierto reconocimiento en los Estados Unidos, a pesar del rechazo que produjo inicialmente debido a que algunas personas consideraban que su altura era desmesurada en relación a los edificios circundantes. Ubicada en el Parque del Milenio de la ciudad de Chicago, la obra interactiva está compuesta por dos torres de ladrillo de vidrio de quince metros de altura cada una, enfrentadas en los extremos de una pileta de granito negro de escasa profundidad, cubierta por una fina capa de agua que refleja la luz.
Las dos torres rectangulares, hechas de acero inoxidable, están recubiertas de pantallas LED encapsuladas en ladrillos de vidrio (un total de 22500), ubicados en las caras que dan hacia la pileta de granito. Estas pantallas reproducen videos en simultáneo y de forma coordinada, para dar vida a cabezas digitales enormes que miran, sonríen, fruncen los labios y escupen agua a través de una apertura a la altura de la boca de cada una de los rostros gigantes. La gran particularidad es que los protagonistas son los mismos habitantes de la ciudad, cerca de mil personas que fueron filmadas para aparecer rotativamente durante cinco minutos cada una.
Para lograr esto, el diseñador de la Fuente Crown, el artista plástico español Jaume Plensa, dialogó con setenta y cinco organizaciones civiles, sociales y religiosas locales para que presentaran a los y las candidatas a quedar registradas para transmitir en las torres. Las grabaciones comenzaron en el 2001 y la obra fue inaugurada a mediados del 2004. Así, los dos rostros elegidos aleatoriamente dialogan entre sí y con el público, que puede interactuar con la instalación debido a su diseño universal que permite el fácil acceso a la fuente, lo que la vuelve un lugar ideal para los niños durante los meses de más calor.
La fuente gasta alrededor de cincuenta mil litros de agua por hora, aunque la gran mayoría se recicla (cerca del 97%) a través de un sistema incorporado en la misma escultura, que drena, filtra y bombea el agua para volver a utilizarla. Cuando las pantallas no están proyectando los rostros que largan el agua por la boca, ésta cae por los cuatro costados de las torres, en forma de cascada.
El desarrollo de las torres y la fuente estuvieron mayoritariamente financiadas por Lester Crown (de ahí el nombre de la obra), un empresario norteamericano que tiene acciones de franquicias y compañías multimillonarias como los Chicago Bulls, la cadena de hoteles Hilton y el equipo de béisbol de los New York Yankees. La construcción de la Fuente Crown costó cerca de diecisiete millones de dólares y estuvo a cargo del estudio de arquitectura Krueck and Sexton.
El Parque del Milenio, donde se encuentra emplazada esta enorme instalación de videoarte, es un desarrollo urbano y artístico de diez hectáreas que está ubicado en un área conocida como The Loop, centro comercial y financiero de la urbe donde se concentran buena parte de sus principales atracciones turísticas. El terreno donde se fundó el parque solía ser propiedad de la compañía ferroviaria de Illinois y recién para finales de la década del noventa comenzó su desarrollo, siendo inaugurado en julio de 2004, por lo que la Fuente Crown estuvo desde los inicios. El parque cuenta con otras piezas destacadas, como la Puerta de nube, de Anish Kapoor, o el Pabellón Jay Pritzker, diseñado por Frank Gehry.
La concepción de esta instalación urbana se inscribe dentro de una línea de exploraciones artísticas que ya venía desarrollando su ideólogo Plensa. La idea del “dualismo” siempre le interesó, así como el uso de la escultura en el espacio público y el involucramiento con la obra por parte del espectador. Ejemplos de esto son las cabezas gigantes llamadas Amor (2017), emplazadas en Leeuwarden, Países Bajos; o los torsos blancos de acero inoxidable que componen Espejo (2011), ubicados en el campus de la Universidad Rice, en Houston.