La obra de hierro fundido que el escultor francés creó a mediados del siglo XIX es una de las piezas que decoran el predio parquizado por Carlos Thays en las Barrancas de Belgrano.
La obra que representa la lucha interna del ser frente a sus emociones y deseos, fue removida por indecencia en 1927 hasta su reubicación final en el barrio de Nuñez.
El cuidado tratamiento del mármol logra una representación sensual y naturalista de una figura femenina inmersa en una ola, que transmite una sensación única de serenidad.
Ubicado en el barrio de Palermo, es una réplica a menor escala del monumento a los mártires del genocidio armenio y uno de los principales símbolos de dicha comunidad en la Argentina.
La imponente obra del escultor ítalo-argentino lleva casi un siglo de pie en la Plaza Irlanda, uno de los espacios verdes más emblemáticos del barrio de Caballito.
La obra metálica del reconocido artista mexicano, un exponente mundial de la escultura monumental, es una pieza poco conocida ubicada en uno de los puntos neurálgicos porteños.
Conocido en el país nórdico como el Parque de las Esculturas, es una gran atracción para visitar al aire libre en Oslo. Reúne toda la obra escultórica del renombrado artista local Gustav Vigeland.
La poderosa imagen de un hombre en plena faena, que transmite la fuerza y la dignidad del trabajo, es la figura central de esta escultura centenaria en el barrio de Balvanera.
Las intervenciones en señalética pública por parte del graffitero madrileño de culto, incitan a repensar ciertas acciones de las neo vanguardias como antecesores claves del street art.