Las curadoras Jill Lloyd y Janis Staggs analizan los aspectos más destacados de uno de los artistas alemanes más importantes de comienzos siglo XX, en la retrospectiva realizada en Nueva York en 2019.
Una síntesis de exceso sostiene las figuras de la artista alemana. Como un resquicio por el cual la realidad traficara con la ficción para volverse sobre nuestros miedos y deseos.
Pionera del diseño industrial, dejó una marca imborrable en la historia del diseño de objetos. Sus piezas redefinieron la funcionalidad y se transformaron en símbolos de la vida cotidiana.
Creadora multifacética, a través de sus obras reveló mundos de ensueño con un lenguaje caligráfico personal que se diferenció de toda la estética predominante dentro de la Bauhaus.
La pintura, la danza y las artes escénicas fueron las grandes pasiones del artista alemán que encontró en la Escuela de la Bauhaus un espacio propicio para sus exploraciones e innovaciones artísticas.
¿Qué conmueve del arte abstracto? La obra del artista ruso pareciera responder que ninguna narratividad, ninguna historia, sino la tensión y el equilibrio entre lo cromático y las formas.
Con un marcado estilo propio, fue una de las pocas pintoras que formó parte del movimiento. Pareja de Kandinsky, tuvo un rol clave para salvar el legado artístico de varios de sus colegas durante el nazismo.
El neoexpresionista alemán invirtió el punto de vista del espectador para reflejar el contexto de posguerra de su juventud y subvertir la mirada de mediados del siglo XX.
Su retrospectiva en el Thyssen-Bornemisza, es la primera de un artista vivo en el museo madrileño. Entre el desdén y el humor, cómo fue que la violencia del nuevo expresionismo alemán viró en pop siniestro.