La obra en bronce del gran escultor francés del siglo XX, no solo refleja maestría técnica, sino también la capacidad para expresar tensión y equilibrio a través de la forma escultórica.
Pieza fundamental del patrimonio escultórico porteño, la obra de mármol de Carrara esculpida en 1910, estuvo marcada por múltiples traslados y una lucha constante por su preservación.
Referente del art nouveau arquitectónico en el país, el edificio con formas curvas y referencias al mundo náutico, es una de las principales postales en el inicio de la Costanera Sur.
Hito de la arquitectura moderna de Buenos Aires y referente indiscutido del circuito de espectáculos de la ciudad, su estilo racionalista destaca por su funcionalidad y ausencia de ornamentación.
Declarado Monumento Histórico Nacional en 2016, es un símbolo de la cultura, el conocimiento y la tradición educativa argentina. Por sus aulas han pasado personalidades destacadas de nuestra historia.
La obra de hierro fundido que el escultor francés creó a mediados del siglo XIX es una de las piezas que decoran el predio parquizado por Carlos Thays en las Barrancas de Belgrano.
La obra que representa la lucha interna del ser frente a sus emociones y deseos, fue removida por indecencia en 1927 hasta su reubicación final en el barrio de Nuñez.
El cuidado tratamiento del mármol logra una representación sensual y naturalista de una figura femenina inmersa en una ola, que transmite una sensación única de serenidad.
Ubicado en el barrio de Palermo, es una réplica a menor escala del monumento a los mártires del genocidio armenio y uno de los principales símbolos de dicha comunidad en la Argentina.
A metros de Malba se encuentra esta escultura de mármol de Carrara que rinde homenaje al escritor peruano y representa el mestizaje de las culturas hispano-incaicas.