ECHO TELEPHONE PIECE (PIEZA DE ECO TELEFÓNICO)
Conseguir un teléfono que sólo dé el eco de nuestra propia voz.
Llamar todos los días y hablar de muchas cosas.
(Y.O. Primavera, 1964.)
Yoko Ono arrojó instrucciones al mundo, antes que el mundo a la Inteligencia Artificial. Entendió a la perfección como explorar la vida a través del arte y eso hasta puede sonar pretencioso y anticipar un tono fanático en el relato. Pero ella consigue defenderse y validar esa reflexión. Tiene un legado exuberante, que si uno indaga en sus cajones, puede estar absolutamente convencido de que sí, de que su arte vivirá mucho más de los 90 años que exhibe. Alzó su voz, sus manos y jamás se detuvo. Tampoco se quedó enredada en el dolor. Mostró la ambivalencia del duelo. Corrió a un costado la noción tradicional de la obra de arte como un objeto tangible, enfocándose en las ideas y en los conceptos más que en los objetos físicos.
Introdujo el silencio desde lugares inesperados. Hizo uso de las pausas. Sus ruidos y sus gritos también molestaron. Le dijeron bruja. Respondió: ¿Y qué? , y lo transformó en disco: Yes, I'm A Witch, en el año 2007. Disfrutar de ese disco de principio a fin, es una prueba indiscutida de su originalidad. La exploración de sonidos y la incorporación de otras voces dan forma a una especie de collage de muchas versiones de la misma Yoko. Destruye por completo la imagen de esos videos virales donde aparece a los gritos con megáfono en mano por las galerías. Eso también era desafiante.
Tapa del disco Yes, I'm A Witch (2007).
Seis meses después del asesinato de John Lennon en 1980, también editó otro disco, el más triste que uno podría escuchar, Season of Glass, su quinto álbum de estudio. La portada muestra los lentes ensangrentados de Lennon, colocados junto a un vaso de agua medio lleno, con una vista de Central Park de fondo; la mancha de sangre en el lente izquierdo se debe a que Lennon estaba usando esos lentes en el momento que fue asesinado. Una mezcla de bronca, dolor crónico y esperanza. La evidencia misma de la purga del dolor y la violencia a través del arte. Ella no lo escondía. Se lo mostraba al mundo.
Tapa del disco Season of glass (1981).
Nacida el 18 de febrero de 1933 en Tokio, en una familia aristocrática, su padre era banquero por lo que pasó parte de su infancia entre Estados Unidos y Japón. La posguerra dejaría una huella en su memoria física y emocional. Eso, seguramente, la volvió invencible. En 1950 se mudó a Estados Unidos, donde comenzó a desarrollar su visión artística única y provocadora. En los años 60, se convirtió en una figura central del Fluxus, un movimiento artístico experimental, caracterizado por la fusión de diferentes formas de arte y la búsqueda de una participación activa del espectador.
Sus propuestas cumplen un objetivo, empiezan por el despojo y elevan hacia el asombro en un tiempo estrictamente personal. La obra se completa cuando el otro la completa o define, según quién lo exprese. Ono, se prepara, apunta, y por ejemplo, nos pide que subamos una escalera para encontrar un Sí lejano, con lupa mediante, pero posible, como sucede en la instalación Ceiling Painting de 1966 (Pintura de techo, también conocida como YES), que enamoró a Lennon.
Ceiling Painting (1966).
Otras veces, nos hace observar montañas de piedra y sostenerlas de a una para intercambiar sentimientos, como en la pieza de instrucciones Cleaning Piece II (Pieza de limpieza II, Acorn, 1997). Su obra nos invita a imaginar, a volver sobre nosotros mismos, a través de la meditación y la contemplación, sin perder la diversión ni la ironía.
CLEANING PIECE II (PIEZA DE LIMPIEZA II)
Haz una lista numerada de tristezas en tu vida.
Apila piedras que correspondan a esos números.
Añade una piedra cada vez que haya una tristeza.
Quema la lista y aprecia la montaña de piedras por su belleza.
Haz una lista numerada de alegrías en tu vida.
Apila piedras que correspondan a esos números.
Añade una piedra cada vez que haya una alegría.
Compara esta montaña de piedras con la de tristeza.
En Mend Piece (Pieza de reparación), conceptualizado por primera vez en 1966, el trabajo sumergía al visitante en un estado de introspección. Los espectadores ingresaban a un espacio completamente en blanco y se les invitaba a tomar asiento en una mesa para volver a armar fragmentos rotos de tazas y platos de café de cerámica utilizando una cuerda, cinta adhesiva y pegamento. Herramientas imposibles para la reparación de esas piezas, pero sí de poderosas metáforas. Mend Piece incita al participante a transformar los pedazos en un objeto que prevalece sobre su propia ruptura violenta. Luego, las piezas “reparadas” son exhibidas en estantes instalados alrededor de la habitación. La acción contemplativa de reparar tiende a promover la reparación de uno mismo y de la comunidad. En palabras de la propia Yoko: “Repara con sabiduría, repara con amor. Reparará la tierra al mismo tiempo”.
Mend Piece (1966).
Wish tree (Árbol de los deseos), es una obra participativa perteneciente a una serie que Ono inició en 1996 y cuyo origen se encuentra en una tradición japonesa que consiste en colgar oraciones de un arbusto, árbol o bambú. En esta obra, invita a los visitantes a que escriban sus deseos de paz y los cuelguen del árbol. La artista ha creado distintas versiones de esta obra, que se hallan en distintos museos, como la Peggy Guggenheim Collection de Venecia, el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio y el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden de Washington D.C
WISH PIECE (PIEZA DE LOS DESEOS)
Pide un deseo.
Anótalo en un trozo de papel.
Dóblalo y átalo alrededor de una rama de un Árbol del Deseo.
Pide a tus amigos que hagan lo mismo.
Seguid deseando.
Hasta que las ramas estén cubiertas de deseos.
Wish Tree (1996).
Posteriormente, muchos de estos mensajes fueron integrados al proyecto Imagine Peace Tower (Torre Imagina la Paz, 2007), una instalación lumínica ubicada en la isla Viðey, en Reikiavik, Islandia, creada por Ono en memoria de Lennon. Diseñada como un pozo de los deseos, que se enciende en cada aniversario de su muerte, esta obra simboliza la lucha y la militancia de ambos en pro de la paz mundial.
Imagine Peace Tower (2007).
Yoko Ono reconstruye sus partes con nosotros y nosotros entramos en ese juego con ella. Si pudimos conectar con algo, entendimos. Si reaccionamos, la información será otra. Por eso es una mujer y artista excepcional, compleja y profunda. El tiempo ha contribuido a consolidar su mirada y sus manifestaciones artísticas. Su obra no tiene posibilidad para el olvido.