Escribir sobre la Colección SOLO supone escribir también sobre la visita guiada que nos proponen desde el staff, porque la colección se puede visitar exclusivamente bajo la estricta mirada de las jóvenes que la administran. Los grupos son reducidos y sin cita previa (salvo una excepción como la mía) no se permite el acceso al predio. Es un espacio de 1400 metros cuadrados (están construyendo otro de 5000), situado en Madrid, enfrente de la Puerta de Alcalá, que esconde intersticios, vueltas y más vueltas, un recorrido circular y laberíntico, en el que terminamos allí donde la visita comienza.
El Espacio SOLO, diseñado por el arquitecto Juan Herreros, ganador del Premio del Colegio de Arquitectos de Madrid en 2018, se fue desarrollando en paralelo a la colección de dos empresarios españoles, Ana Gervás y David Cantolla (mundialmente conocido como el padre de Pocoyo), quienes han iniciado hace más de siete años este descomunal emprendimiento.
La estructura intrincada del espacio nos invita a dejarnos llevar por el entorno y por las obras (el edificio es en sí una obra), si bien las reglas establecidas escrupulosamente nos impiden transitar las salas según nuestro deseo.
La colección general –como remarca Isabel, la encargada de la visita guiada de hoy, una joven de origen venezolano con un acento hipnótico, que con solvencia y cortesía nos conduce por los recovecos más interesantes de la exposición Handle with care– , reúne artistas de gran trayectoria, entre ellos, el archifamoso Ai Weiwei (China), Miriam Cahn (Suiza), Yoshitaka Amano (Japón), Mario Klingemann (Alemania), Gary Simmons, (Inglaterra) y Kaws (Estados Unidos), hasta emergentes como Igor Moritz (Polonia), Danny Fox (Inglaterra) y Amoako Boafo (Ghana), ya que la premisa de SOLO, en su faz de mecenazgo, consiste más en fomentar el arte que los nombres, más la práctica y la experimentación que la consagración. El proyecto SOLO ha colaborado durante estos años con 300 artistas de 40 países.
El espacio cuenta con un auditorio que se utiliza para la presentación de las exposiciones o se alquila a empresas para que expongan distintos aspectos de sus negocios, como por ejemplo el volumen de las ganancias anuales o los planes de inversión futuros. En el relato de la guía se percibe un fino aliento a corrección política, sin embargo, la mayoría de las obras logran reponerse y sortear el escollo biempensante.
La colección SOLO la componen más de setenta artistas de todas las latitudes del planeta, con los cuales intenta construir un diálogo imposible que da como resultado una exposición materialmente heterogénea, cosmopolita y a la vez íntima (la visita guiada colabora para generar la sensación de intimidad, de un suceso único, aunque parezca lo contrario). Handle with care (Trátese con cuidado) remite al transporte de objetos frágiles, al acto de coleccionar, cuestiona su historia y el presente, desnaturalizando la noción tradicional de coleccionismo, en principio elitista y exclusivo, para permitirnos adivinar un concepto más amplio y diverso: constantemente estamos coleccionando y curando nuestros propios objetos. Por último, Handle with care no omite interrogarse sobre los límites y las potencialidades de un espacio expositivo. ¿Por qué se muestra lo que se muestra? ¿Cómo se construye un relato curatorial? ¿Hasta qué punto el contexto –la ciudad, la sala, la guía, las otras piezas– determinan la significación de una obra?
