La artista que dos veces participó en la Bienal de Venecia, reflexiona sobre el significado del éxito y da pistas sobre la naturaleza de la obra para el espacio público.
La llamativa escultura industrial en homenaje al histórico puerto, está compuesta por contenedores marítimos de colores que remiten a piezas de Lego gigantes.
El artista francés realizó este mural, tributo al fundador del arte conceptual, sobre un lateral del edificio donde vivió el mismísimo Duchamp durante su estancia en Buenos Aires a fines de la década del diez.
Instalada en 2002, la escultura esférica es una de las primeras obras del renovado Puerto Madero. Su estado actual denota abandono, vandalismo y la falta de los neones que la encendían por las noches.
Desde 1914 en el corazón de Recoleta, la obra de la escultora argentina, es una oda a las dificultades de la vida, la fragilidad de la existencia y la constante búsqueda de un futuro mejor.
Símbolo absoluto nacional, es el monumento más antiguo de la ciudad de Buenos Aires, y testigo de innumerables eventos trascendentales de nuestra historia.
Pionera en la escena de las artes tecnológicas en la Argentina, su cuerpo de obra incluye instalaciones, net.art, intervenciones en espacios públicos, video esculturas y robótica.
Las obras que cubren la fachada del edificio de Puerto Madero llevan la firma del artista argentino reconocido por su manejo de la geometría y la espacialidad.