Centro Getty (Estados Unidos): el museo en la cima de la montaña

Con una colección que va del Medioevo a lo contemporáneo, el complejo ubicado en las afueras de Los Ángeles es un plan imprescindible por sus dimensiones, jardines, arquitectura y diseño.
Por Candelaria Penido

 

¿Qué harías si fueses la persona más rica del mundo? Por suerte, la respuesta de J. Paul Getty en 1966 fue armar una colección inmensa de arte y crear un museo inigualable en una de las colinas de las montañas de Santa Mónica en California. Sus deseos se vieron condensados en el Centro Getty: un predio de 87000 metros cuadrados con cinco pabellones expositivos, cinco jardines, restaurantes, cafeterías, librería, biblioteca, salas de conciertos, lecturas, exposiciones temporales y una colección que alberga piezas de arte desde la Edad Media hasta la actualidad. 

Dentro de sus salas resuenan los nombres de Rembrandt, Vincent van Gogh y Turner. Pero más allá de sus pinturas, el Centro Getty también se destaca por sus esculturas, dibujos, manuscritos y fotografías. “Tiene una de las más finas colecciones de fotos del mundo”, afirmó Scott Chaefer, su anterior curador en jefe.

Más allá del interés que puede generar en el amante del arte, la visita al Getty es un plan para todos los gustos. La entrada es gratuita y está abierto todos los días de la semana menos los lunes. Se accede a través de un tranvía —también gratuito—,  que sube la colina mientras regala a sus pasajeros unas impresionantes vistas de la ciudad. Llegar a la cima es encontrarse con una cuasi ciudad en blanco; once edificios de paredes exteriores cubiertas con toneladas de mármol travertino blancas. Estas se extienden en largas formas curvilíneas que contrastan con esquinas de cortes agudos y angulosos otorgándole al edificio un efecto cuadriculado. El diseño, en manos del arquitecto Richard Meier, juega con la secuencia de alternar espacios construidos y otros al aire libre. El contraste entre elementos naturales y modernos es el eje central de toda la experiencia, y logra a través del uso de materiales en piedra, vidrio y metal, prolongar en el tiempo la magnificencia de sus propietarios. 

Los jardines son otro punto de atracción. El Jardín Central es el corazón del centro. Su personaje principal, el agua. Con ríos y estanques artificiales, el esquema de Robert Irwin, hace que los visitantes concentren su atención no solo en el laberinto de azaleas sino en los sonidos que produce el paso del agua por las piedras y plantas acuáticas específicamente seleccionadas para crear diferentes efectos. Todos los detalles están cuidados de forma tal que se destaque la interacción entre la luz, el color y el reflejo. El jardín de cactus y suculentas propone un encuentro con los azules, grises y violetas gastados del desierto propio del estado californiano.

El arte moderno y contemporáneo también se luce en el exterior, en las esculturas donadas por el coleccionista Ray Stark y su esposa, Fran. Estas están distribuidas en dos áreas: el Jardín de las esculturas de Fran y Ray Stark y la Terraza de las Esculturas de Fran y Ray Stark. Entre las 28 piezas, se encuentran obras de Barbara Hepworth, Rene Magritte, Joan Miró y Alexander Calder. Con ellas se puede apreciar el pasaje de la creación figurativa a la búsqueda de formas abstractas.  

El Centro no solo anima a los visitantes a la apreciación artística y arquitectónica, sino que incita también a disfrutar de picnics en sus parques, escuchar música en vivo durante sus festivales de verano, investigar en su biblioteca y hasta dibujar en la Galería de los Bosquejos, un espacio equipado con caballetes y materiales para todo aquel que le tiente probar su veta artística.

Conocer Los Ángeles desde este lugar apartado, con postales panorámicas y un silencio inspirador, permite redescubrir esta ciudad desde una perspectiva totalmente diferente. 

 

 

 

 

 

LOGO FOOTER

Contacto: info@elojodelarte.com
elojodelarte.com ® Una plataforma de LittleBull Prod. © 2024 Todos los derechos reservados.

Este sitio cuenta con el auspicio de Buenos Aires Ciudad

Este sitio fue declarado de interés cultural por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación