"La escultura no necesita refugio, ni intelectual ni físico, y puede resistir a la intemperie, propiciando el diálogo entre el tiempo humano, el de las estaciones y el de la geología”. La invitación que hace Jupiter Artland, un jardín de escultura contemporánea que se ubica en las afueras de Edimburgo, se basa en los preceptos de la corriente artística del land art. Según ésta, las galerías y los museos no son imprescindibles y el paisaje y la obra de arte están estrechamente enlazados. La naturaleza es un material más, que interviene sobre sí misma.
Firmament (2008) de Antony Gormley. Foto: Allan Pollok Morris.
Fundado en 2009 por los coleccionistas de arte Robert y Nicky Wilson, Jupiter Artland ha adquirido un lugar relevante como una de las organizaciones artísticas más importantes de Escocia. Emplazado en los terrenos de Bonnington House, una casa de campo del siglo XIX, el lugar ocupa más de cuatrocientos mil metros cuadrados de campo y bosques que albergan varias decenas de esculturas. Dentro de la colección permanente es posible encontrar un catálogo que abarca a artistas como Phyllida Barlow, Christian Boltanski, Charles Jencks, Anish Kapoor y Antony Gormley, por nombrar algunos. A eso se suma un plan de exposiciones estacionales que son rotativas y que oscilan entre trabajos de artistas consagrados y nuevas promesas. De hecho, todos los años se otorga un premio a los artistas que hagan su primera obra en el terreno, tengan la edad que tengan.
Suck (2008) de Anish Kapoor.
Las piezas se encuentran distribuidas en cinco galerías que representan, cada una, un jardín dentro de un jardín. Estos espacios también son utilizados para charlas públicas y asambleas. Además, todos los años se organiza el Jupiter Rising, un festival de arte, música y performances experimentales. Este festival de dos días y una noche de duración ofrece a un público muy diverso la oportunidad de explorar las ideas artísticas de los variados programas del lugar.
Desde 2020, Jupiter Artland se ha asociado con OH141 para ofrecer la Rising Residency, un programa financiado para artistas escoceses que integran alguna minoría étnica o que son parte de la comunidad LGBTQ+, históricamente subrepresentadas en el mundo del arte.
Para este año, la muestra central es la de Lindsey Mendick, una artista que entabló vínculos con Jupiter Artland a partir del festival Rising. Su primer trabajo solista en Escocia abarca todas las galerías del lugar. Sh*tfaced trata sobre escenas de la vida cotidiana (un boliche, un baño, un dormitorio), retratadas y escenificadas en cerámica. Las esculturas con referencias al alcohol, el tabaco y la noche (estar shitfaced en inglés es estar muy ebrio) se despliegan en una habitación pintada a cuadros blancos y negros, esbozados irregularmente para generar esa sensación de mareo e inestabilidad, propio del estado de embriaguez.
Sh*tfaced (2023) de Lindsey Mendick.
Entre otras obras destacadas, se puede visitar el trabajo de Rachel Maclean, una obra de arte inmersiva que consiste en una juguetería surrealista en la que nada está a la venta. También es posible tomar clases de natación en Gateway, una obra de la reconocida artista portuguesa Joana Vasconcelos que consiste en una pileta de nueve metros de diámetro, formada por coloridos azulejos pintados a mano, cuyos diseños se expanden en el suelo por fuera de la piscina. La inauguración de Gateway se dio en el marco del décimo aniversario de Jupiter Artland, que contó también con una exposición temporal de Vasconcelos.
Mimi (2021) de Rachel Maclean.
Los extensos e intrincados jardines y lagos de Jupiter Artland, conectados por pasarelas e intervenidos por esculturas gigantes a lo largo del inabarcable terreno, son una invitación a pasar un día entero descubriendo las maravillas de esta vieja casa de campo.