La Plaza Irlanda es uno de los espacios verdes más agradables y amplios de la Ciudad de Buenos Aires. Rodeada por la Avenida Gaona y las calles Donato Álvarez, Neuquén y Seguí, en donde el barrio de Caballito se funde con Flores, atesora media docena de obras de arte, entre ellas Idilio, creación del escultor ítalo-argentino Pablo Tosto.
La escultura, que se encuentra en la esquina de Gaona y Donato Álvarez, fue realizada en Piedra Mar del Plata, la misma con la que José Fioravanti creó los clásicos Lobos Marinos que se lucen en la Rambla de La Feliz. Idilio cuenta con dos vertederos laterales y en su frente se halla un bajorrelieve, formado por dos desnudos, uno femenino y otro masculino, que representan la Pureza y la Fortaleza.
La Plaza Irlanda fue inaugurada el 12 de octubre de 1927 por el intendente Horacio Casco con la presencia de representantes de la comunidad irlandesa en Buenos Aires. Fue necesaria una inversión de 55 millones de pesos y su nombre fue dado por la ordenanza 1427 del 30/12/1925 en homenaje a los inmigrantes irlandeses en Argentina. Antes, en el predio, estuvo emplazada la quinta del portugués Riveiro Fontes, que luego fue adquirida a fines del siglo XIX por los hermanos Duggan, importantes comerciantes y hacendados oriundos de Longford. Más tarde, tras la muerte de los hermanos, pasó a manos de la Asociación Católica Irlandesa.
De acuerdo con documentos históricos del MOA (Monumentos y Obras de Arte) Idilio fue premiado en 1927, por la ex Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y, tras aceptar una resolución del Honorable Concejo Deliberante, la adquirió al año siguiente, aunque recién quedó inaugurada una década más tarde, el 30 de marzo de 1938.
Pablo Tosto había nacido en Mistretta, Sicilia, en 1897, y su familia se vino a la Argentina cuando él era apenas un niño. Estudió dibujo en la Academia Nacional de Bellas Artes, hoy Prilidiano Pueyrredón. Las décadas del veinte y del treinta fueron las de su mayor desarrollo artístico. Obtuvo el Tercer Premio Municipal y el Tercer Premio Salón Provincial de La Plata en 1926; el Tercer Premio Nacional en 1927; el Segundo Premio Municipal en el año 1928; el Segundo Premio Salón Provincial de Rosario en 1929; el Segundo Premio Salón Nacional en 1932 y así como el Premio adquisición “Ministerio de Transporte”. Entre sus obras más destacadas figuran el Monumento al General Urquiza en CABA, el Monumento a Rivadavia en Villa María Córdoba, a la Independencia Argentina, en Humahuaca, al Congreso Constituyente en Santa Fe y al General San Martín en Quilmes.
Idilio lleva casi un siglo en pie, en algún momento sufrió algunos actos de vandalismo y también fue víctima de la indiferencia. Pero como toda gran obra de arte, trasciende al paso del tiempo. En su caso, además se volvió parte de la identidad no solo de la plaza, sino también de todo el barrio.
