Populares en todo el mundo, las residencias proponen otras formas de experimentar el arte: fuera del ritmo habitual de la vida, lejos de las preocupaciones cotidianas. Las hay como Lugar a dudas en Cali, Colombia; Banff Centre en Canadá; Casa de Velázquez en Madrid; El Pasaje en Tafí del Valle o Casa Neptuna fundada por Amalia Amoedo en Uruguay.
Cambiar de entorno para crear distinto. Es la oportunidad que Fountainhead, la destacada residencia artística en el condado de Miami, le da a creadores de todo el mundo cuando abre las puertas de sus estudios. Durante el año, este complejo rodeado de lagunas tropicales, inmerso en el paisaje selvático del Sur de Florida, recibe no sólo a artistas sino también al público general y de especialistas, ampliando los lazos del mundo del arte.
Fountainhead se ubica en el histórico barrio de Morningside. A metros de la bahía Vizcaína, los alumnos reciben tablas de surf, kayaks y bicicletas para explorar el vecindario. Además, se encuentran a sólo diez kilómetros de la zona central de museos, galerías, colecciones privadas, centros culturales alternativos y teatros de Miami. Como parte del programa los alumnos conocen a artistas locales y exploran gratuitamente estos espacios. Abogados, profesionales financieros y consultores comerciales les brindan orientación empresarial, mientras que son presentados personalmente a curadores, coleccionistas, representantes de instituciones artísticas líderes, y galeristas reconocidos a nivel nacional dentro de sus propios lugares de creación.
Este año se cumplen quince años de la existencia de la residencia y ya son más de 500 artistas de casi cincuenta países, los que pasaron por sus dormitorios. Bajo la convicción de que el arte y su relación con el público, impactan de algún modo en las formas de hacer el mundo -en la convivencia entre unos y otros, o en las formas de enfrentarse a los problemas críticos de la actualidad-, fue creada en 2008 esta reconocida residencia norteamericana. Sus fundadores son los coleccionistas y amantes del arte Kathryn y Dan Mikesell.
La residencia tiene, desde entonces, el objetivo de darle una atención particular a los artistas visuales internacionales y nacionales seleccionados para participar del espacio. Se los acompaña en sus procesos creativos que son, desde el momento en el que cruzan esas puertas, alterados por las circunstancias de lo extraño: habitar un espacio desconocido y lejano al de sus hogares, conformando una comunidad de artistas de diversas procedencias con quienes intercambian ideas y producen.
Desde 2019, la residencia invita a disfrutar de Artists Open: dos veces al año, más de 300 estudios de artistas de Miami abren sus puertas, convirtiéndose en una atracción para los amantes del arte y en una novedad para el público general. A través de un mapa interactivo los visitantes tienen la posibilidad de encontrar a sólo metros de sus casas, espacios de artistas que quizás desconocían. Además, el complejo abre las puertas también al final de cada mes para mostrar a los últimos residentes. Estos exhiben lo que produjeron, cuentan sus procesos y sobre qué los inspiró. Muchas de las obras también se venden.
“El ambiente era muy relajado y la sensación era de estar en casa. Durante la residencia conviví con artistas como Wynnie Mynerva de Perú, cuyo trabajo hoy creció mucho. Conocimos la escena de Miami y pudimos invitar al público a nuestros estudios”, cuenta el argentino Gabriel Chaile. Como “cuna” de artistas, en los últimos años Fountainhead fue el hogar temporal de quienes con el tiempo se convirtieron en personajes principales del arte contemporáneo argentino: Karina Peisajovich y Teresa Pereda residieron allí en 2011, el marplatense Amadeo Azar en 2014, Chaile y Marcela Sinclair estuvieron en 2019 y Ornella Pocetti en 2022.
La residencia de Chaile en diciembre de 2019 fue una gestión del Faena Arts Center mientras el artista tucumano sorprendía al público de Art Basel con una de sus piezas de mayor tamaño, el horno Geraldin, realizado en adobe como otras de sus esculturas totémicas. Pocetti, autora junto con Marcelo Canevari de la icónica portada del disco Post mortem, de Dillom, aterrizó en el complejo en agosto del año pasado con pinturas inconclusas. Oníricas y surrealistas, estas escenas, por momentos terroríficas pero llenas de color, plasmadas por la artista sobre el lienzo, obtuvieron resultados durante la estadía y posteriormente fueron mostradas. Luego de la reciente participación de Andrés Aizicovich en la muestra Partiendo el viento en fragmentos, en Alemania, en mayo de 2023 el artista argentino también se instalará en la residencia de Miami.
